El Compañero De Piso Perfecto

Como muchos saben, vivo en un piso de estudiantes, con nada más y nada menos que cuatro compañeros más y un conejo, que para más inri deambula por ahí con un look a lo Mohicano y con unas patillas a lo Curro Romero. Imaginaos.

El tema está en que uno de mis compañeros se va a hacer las Américas a París (no le busquéis un sentido literal porque algo de culturilla tengo, que a veces miro La Ruleta de la Fortuna) así que tenemos una vacante y buscamos a alguien de confianza para ocuparla. Tanto es así, que hemos decidido hacer un cásting entre los posibles candidatos. ¿Qué tipo de cásting? os estaréis preguntando. Pues a ver, si para protagonizar una película de Kung-fu hay que (una imagen vale más que mil palabras):

Pues eso, si para entrar a OT hay que cantar, para Fama hay que bailar, para el Rey de la Comedia hay que explicar un chiste, para Supermodelos hay que posar, lógicamente para entrar al piso hay unos requisitos mínimos, unas bases sobre las cuáles queremos evaluar al personal, un patrón repleto de conditio sine qua non para ser un verdadero y reconocido compañero de piso. He aquí el anuncio que hemos colgado:

Se precisa compañero de piso sutituto para no echar de menos al predecesor y asegurar una buena convivencia acorde con el talante del piso:
1. Saber estropear todo tipo de electrodomésticos. Aunque aparentemente o hasta la fecha, creas que hay cosas irrompibles, no te engañes, en casa de los padres hay un aura de protección divina sobre ellos. La realidad es muy distinta, todo se puede y se va a romper en un plazo máximo de un año, nevera, fogón, horno, microondas, lavadora. Todo es susceptible de ser roto o estropeado, incluso una cuchara o un destornillador. Aviso, no hay nada peor que se te rompa un destornillador, no hay con que arreglarlo. Y otra cosa que he descubierto y es la explicación a una leyenda, ¿por qué pesa tanto una lavadora?, seguro que es algo que muchos os habéis preguntado en alguna ocasión, pues la respuesta es que dentro hay una pedazo de tochana de hormigón armado del tamaño de un baúl, que sirve para equilibrar el movimiento del centrifugado. De aquí se desprende mi segundo aviso, no sé lo del equilibrio porque lo haya estudiado ni nada, sino porque al abrirla y tocar por ahí, se descalibró y ahora tenemos una lavadora que necesita 4 metros cuadrados de espacio libre para cada colada, va de lado a lado, indomable, pero se le coge cariño.
2. Ser incapaz de distinguir futuro de nunca. Es decir, en el caso de que te digan: "¡Tío! Te toca fregar el suelo del lavabo", se deberá responder, sin vacilación: "después". Pero siendo plenamente consciente que después significa literalmente nunca. NOTA: Hay otra corriente, dentro de las ideologías del compartir piso, para los que el después tiene otro significado aplicado en la misma situación, que sería: y una mierda.
3. En caso de estar sin salida en una situación, hacer que no sabes hacerlo bien. Ejemplo: "¡Tío! Te toca fregar el suelo del lavabo" (cuando ya no eres capaz de distinguir las valdosas del suelo y te habías hecho a la idea de que el lavabo estaba sobre una ciénaga), se deberá contraatacar: "Vale. ¿Se tiene que fregar con agua caliente?¿Le pongo salfumán y fregasuelos?¿O salfumán solo? porque está muy sucio ¿no? ¿Frego primero y luego barro?¿o barro y frego luego?". Se valorará la capacidad de concatenar salidas de este tipo hasta atontar al otro. Ejemplo2: "Joder tío, haz algo de comer, que no cocinas desde ese día que estabas solo y te hiciste una pizza"."Vale vale. Hago algo de pasta. ¿Pongo la pasta y el agua al fuego no?¿Frío el aceite y le tiro agua hirviendo encima y luego la pasta?¿o era primero freir los spaghettis y luego poner agua?".
4. No malgastar escobas ni fregones en balde. Se debe barrer solo cuando al entrar a casa te sientas como un pastorcillo de Belén en la cola del establo y te sorprendas buscando a ver si por ahí están el buey y la mula. No queremos que nuestro piso parezca un pesebre, no por el musgo, que puede llegar a ser tolerable si no por la paja y tal que se te puede meter en el ojo.
5. Ser consciente que la Dieta Mediterránea es una farsa. En el mundo paralelo de los pisos compartidos, se sabe que lo único importante es comer de vez en cuando, no importa el qué ni el como, pocas veces importa el cuando.
6. Respetuoso con el medio ambiente. En concreto con la flora y fauna que nacería en el piso si no se fregase los platos cada día como un obseso. También tienen derecho a vivir.
7. Creer en la leyenda del mosntruo del retrete. Érase una vez un piso de estudiantes muy muy sucios. Su retrete se fue ensuciando y ensuciando cada vez más, sin freno y fuera de control fue creciendo durante años hasta desarrollar vida propia, su forma se adaptó al retrete y desde entonces es su hábitat, en el que es el amo absoluto y un voraz depredador. Desde ese entonces, se encarga de proteger a su especie y arranca de cuajo cualquier brazo que ose inmiscuirse en su territorio para limpiar a sus descendientes. Él es nuestro principal enemigo. Se habla que ha saltado y evolucionado a otros lugares de la casa, queremos creer que esto último es solo una leyenda urbana.

Aquí tenemos solo un borrador del anuncio. A ver si me dáis ideas para ir ampliando y conseguir: El Compañero De Piso Perfecto.