Fiebre del sábado noche

o0OuUU Yeeah! Hola muchachada… me presento: soy Paco, Paquito pa’ los colegas y Su Paco pa’ los más colegas aun. Después de varios días pensando qué escribir, hoy por fin tengo tema para un rato:

Anoche, la noche del 29 de Marzo de 2008, la misma noche que diez minutos más tarde de la 1:50 ya eran la 3:00 y la misma noche que el Barça perdió contra el Betis ( eseeee Betis!!!!) yo salí de fiesta, repito: salí de fiesta.

Hasta aquí todo normal, salir de fiesta no tiene nada de extraño, de hecho todo el mundo lo hace, o casi todo el mundo: el 67% de los jóvenes sale de fiesta cada sábado; el 27% lo hace sábado sí sábado no, y el 31% restante son F R E A K S que prefieren pasarse la noche jugando a rol y/o estudiantes de alguna carrera de esas que se dicen “de agárrate”, como puedan ser ingenierías varias, informática, electrónica, etcétera. A estos últimos se les puede reconocer fácilmente, tienen una ideosincracia muy particular, pero bueno que de esto ya hablaremos otro día porque no me quiero desviar del asunto. El caso es que tras estar 2 meses y una semana (se dice pronto) en el dique seco, después de pasarme 67 amargos días amargado y un sinfín de findes de semana viendo como mis amigos se pasaban toda la tarde del sábado planificando la noche y luego la del domingo explicando batallas del ciego que pillaron, ayer salí, repito: salí.

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Vayamos por partes:

La noche empezó en casa del Tamayo a eso de las 4 de la tarde. Fueron horas y horas que pasamos (¡que no pasémos eh ojo!) haciendo algo que nos gusta, y que no se nos da nada mal (que también es muy importante): jugar al Pro. Hasta el punto de que en mi dedo pulgar ya no tengo huella dactilar, sino la x, el O, el ∆ y el □ (y mañana me tengo que hacer el DNI ahora que pienso…).

A eso de las 11 o así, dejamos de jugar para cenar. (Diréis: - que viciada no? De 4 a 11 ahí delante de la Play!- Pero no, hicimos un descanso de unos 5 minutos para ver el tiempo de descuento del Nástic: triste.) Y fue justo el momento en el que llegó Juan, Juanito pa’ los colegas, y Su Juanem pa’ los más colegas aún. Y nada, cenamos, nos vestimos (mejor dicho nos cambiamos de ropa), pasamos por el Open Cor a comprar hielo, más tarde volvimos a por chicles y tirando millas pal aparcamiento de la Flash.

Hay que decir que el panorama no era muy alentador que dijéramos: Tamayo, que haciendo todo un alarde de pundonor (o más bien porque quería pillar cacho y aprovechar la cama de h20 de sus padres) se animó a salir pese haber estado toda la semana con anginas. No pudo beber en toda la noche pero el cabrón iba de pastillas hasta el culo. Luego, Su Juanem más de lo mismo: ronco perdido que parecía Colombo. Y bueno yo, que también hay que decirlo, estaba al 55%... era mi primera convocatoria en mucho tiempo y se necesita tiempo.

A todo esto, después de estar un par de horas aproxpunto bebiendo cubatazos de Pepe Bono (coloquialmente conocido como JB), conversando y oyendo temitas buenos (que gran CD recopilatorio ese Dios!! Lo tiene todo: empieza con un temazo donde los haiga y mantiene el nivel hasta el final…) nos metimos al meollo, al kit de la cuestión. El precio: 15 euros por barba, casi ná! Pero entonces, pasó algo, que aun no logro entender:

Me intento explicar:

Como que David no podía beber alcohol hicimos un trato: Yo le pagué la entrada en un 40% de su coste, y a cambio me quedaría su consumición. Entonces no se que chanchullos hicimos, pero el caso es que yo me quedé con dos consumiciones y encima me salió dinero de nosedónde para tomarme un tercer cubata, y él pues pagó menos por la entrada. AHÍ ES NADA, eso si que es un negocio, un buen trato, no como el fichaje de Pepe (que digo yo que ya le podrían llamar al menos Don José… tanto dinero que vale…).

Una vez dentro, todo como siempre, como hace 2 meses y 7 días, nada había cambiado. Bueno, algo sí. El tema de las mujeres, no hay Dios que las entienda. Pero bueno, yo sigo, a otra cosa mariposa.

Me jinqué los dos PpBonos y me puse así un poco Perro Lazarillo (por lo de llevar el ciego y eso) y se me ocurrió un juego: “¿Conoces a Juan?”. Es muy similar a “¿Conoces a Ted?”… pero no es igual. También hay una variante que es “¿Conoces a Paco?”, pero esta ya se deja para el hipotético caso de que una de dos, o sales solo, o no tienes un amigo que se llama Juan (algo imprescindible para jugar). Ahora bien, haciendo un poco de sociólogo, me he dado cuenta jugando a esto de que hay tres tipos de mujeres, cada una con su correspondiente reacción:

1. Está la típica Princesa C O O L, que no se digna ni a mirarte a la cara cuando le dices: Oye conoces a…? (Generalmente suelen estar bastante buenas, la verdad sea dicha.)
2. Está la que se revienta de risa y cae simpática (pero recordad: la simpatía suele ser inversamente proporcional a la belleza.)
3. Y por último está la fusión de los dos ejemplares antes mencionados (BINGO!)

Otra cosa que se me olvida explicar, es la fea manía que tiene uno que le llaman Juan de quemar a uno que le llaman Paco… como se nota que me echabas de menos eh zorro!! Ni más ni menos (como dirían los Chichos) que dos cigarros me apagó encima, y además en sitio estratégicos para hacer aun más daño si cabe: en la muñeca donde luego te roza el peluco y no veas lo que escuece.

Y bueno, voy a cortar el rollo ya… como veis no fue la noche más Legendaria de mi vida, pero… QUE ME QUITEN LO BAILAO!
Saludos aguuuuur

PD: Quiero decir ante todo que si alguna mujer se siente dolida por estas últimas líneas que lo siento, no es mi intención mofarme ni mucho menos. Al contrario, respeteo máximo: las mujeres, el fútbol, la cerveza y el rocanrol son lo más grande.